La salud mental es un componente integral y esencial de la salud. Se ve reflejado en el bienestar general de la persona, desde la manera en la que siente, maneja sus sentimientos y cómo se comporta.
Mantener un equilibrio emocional, cognitivo y conductual permite a la persona desenvolverse de manera responsable en sus distintos entornos, como también gozar de una óptima calidad de vida. Tener un buen equilibrio emocional influye positivamente en la manera en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos nuestro día a día. Esto permite que manejemos el estrés y situaciones diarias de forma correcta, desde la niñez hasta la vejez.
¿Qué es un trastorno mental?
Se puede considerar un trastorno mental cuando la persona sufre de cambios en el pensamiento, los sentimientos o el comportamiento, estos cambios causan angustia o alteran la capacidad de funcionamiento del individuo. Un trastorno mental puede afectar la capacidad de una persona para:
- Mantener relaciones personales.
- Relacionarse con el mundo que le rodea.
- Desempeñarse correctamente en el trabajo o en la escuela.
- Aprender a un nivel acorde a su edad e inteligencia.
- Participar en otras actividades importantes.
Para detectar y tratar cualquier tipo de trastorno, lo más recomendable es acudir a un psiquiatra o psicólogo. Llevar este proceso con un experto en salud mental, nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida.
¿Qué pensamientos existen alrededor de asistir a terapia?
Juan Sebastián Jarrín, psicólogo clínico de Doctorisy, nos comparte 3 verdades alrededor de ir a terapia:
- No es necesario tener un trastorno psicológico o alguna patología mental para asistir al psicólogo. La psicología está dirigida al público en general, ya que no es un acto de debilidad.
- Las terapias psicológicas no van a durar toda tu vida. En realidad, la psicología es muy focalizada en los problemas presentes.
- La terapia psicológica es una conversación abierta y sin tapujos, donde el especialista es partícipe de la misma, más allá de solo aportar con escucha activa. El psicólogo proveerá de recursos, herramientas y estrategias que la persona podrá utilizar en el día a día.
Consciencia social sobre el suicidio como una patología mental
El mes de septiembre se ha nombrado internacionalmente como el mes de concientización alrededor del suicidio:
El suicidio es un problema de salud pública importante, pero al estar rodeado de estigmas, mitos y tabúes es silenciado y minimizado por la sociedad, hasta el punto de que no se le da la importancia que amerita. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta no únicamente al individuo, sino también a la familia y comunidad que lo presencia.
Según la OMS, cada 40 segundos una persona alrededor del mundo se quita la vida. Además, desde que fue declarado el COVID-19, la cifra ha aumentado exponencialmente.
La mejor forma de prevenir el suicidio es:
- Fortalecer vínculos sociales.
- Promover la toma de conciencia.
- Ofrecer ayuda.
Los suicidios son prevenibles con acciones oportunas y poniendo atención a las señales de alerta. Por eso debemos tomar en cuenta lo siguiente:
- La tasa de suicidios es más alta en hombres, hasta tres veces superior en comparación con las mujeres.
- Entre los jóvenes de 20 a 25 años, en Latinoamérica, el suicidio es la tercera causa de muerte.
- El 91% de los suicidios de la Región son llevados a cabo con la asfixia, armas de fuego, intoxicación con todo tipo de drogas y con envenenamiento mediante productos químicos.
- En Ecuador, en lo que va del 2021, 357 suicidios fueron evitados gracias al monitoreo de los sistemas de video vigilancia.
- Los intentos de suicidio alcanzan un 20 % de casos concentrados en Guayas, que son 72. Le sigue Pichincha con 53, es decir, el 15 %, y detrás Tungurahua con el 12 %, que son 43 casos.
Ser conscientes de esta problemática e involucrarnos en el tema, significa un gran apoyo para quienes lo viven de cerca. Todos debemos ser un pilar de apoyo para quienes lo necesitan, seamos parte del proceso y salvemos vidas.
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